Santa Cruz de Mudela vivió una de sus fiestas más populares del año, como lo es sin duda la de San Roque. Toda la localidad se volcó con este barrio en el que el buen ambiente se disfrutaba en cada rincón, especialmente en los que la charanga hacía sonar su música. Y todo esto bajo la protección del Santo, que recibía cientos de visitas en la Ermita que corona su Cerro, y que lucía espectacular en su día más especial.
Santacruceños y santacruceñas de todas las edades disfrutaban de un evento lleno de fraternidad y diversión, en el que además de la obligada visita a la Ermita, no podían faltar los botellines y las berenjenas, tradicionales de esta festividad.