Daimiel vivió ayer un acto importante: la cesión de los antiguos propietarios de la Venta de Borondo al ayuntamiento de la localidad. Esta venta, de cuatro siglos de historia, está declarada como Bien de Interés Cultural y representa un modelo de arquitectura surgido en el siglo XVI para atender a las necesidades de los caminantes.
La Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego ha sido la encargada de investigar, difundir y salvaguardar esta venta.
Por ello piden colaboración entre las distintas administraciones para que llegue una financiación y que esta venta de la época del Quijote quede restaurada.
Un monumento histórico que escenifica el mejor ejemplo de venta manchega que se conserva en la actualidad en nuestra región.