La Solana, enclavada al inicio del Campo de Montiel, se caracteriza por las ondulaciones de su terreno desde su cerro privilegiado, y la cercanía de serranías e importantes parajes naturales.
La localidad se presenta a sus visitantes a través de la torre barroca más majestuosa de la provincia, que se alza imponente entre las cuestas y callejuelas que abundan en el municipio. Estas, son una bella estampa de la más pura arquitectura manchega.
La visita comienza obligatoriamente desde su Plaza Mayor, bien de interés cultural, donde destaca su construcción porticada, que abarca el ambiente del día a día y el Ayuntamiento local. Frente a este, la Iglesia de Santa Catalina, edificio gótico del siglo XV con planta de salón con bóvedas de crucería. Actualmente se encuentra en reformas, aunque su interior puede ser visitado.
En este mismo casco histórico, también vamos a descubrir buenos ejemplos de arquitectura civil como el Palacio de Don Diego, o la Casa de la encomienda, donde disfrutamos de un magnífico patio de columnas. Sin olvidarnos de otros bienes artísticos cercanos y dignos de mención como el Convento de las Monjas Dominicas.
Siguiendo con el patrimonio religioso, encontramos la Ermita de San Sebastián, monumento nacional que fue una de las primeras construcciones de la localidad con artesonado mudéjar, y que conserva frescos en los muros. O la Iglesia de San Juan Bautista, bella construcción que fue antiguo convento de los Trinitarios, y que aloja la imagen de nuestro Padre Jesús rescatado.
Y al hablar de La Solana hablamos de cultura, con modernos edificios como la Biblioteca Municipal “Mario Vargas Llosa”; o el teatro Tomás Barrera, que acoge importantes eventos durante el año como son la Semana de la Zarzuela, la clausura del Festival de Cine y Vino, y una intensa y constante programación de primer nivel.