La Virgen de las Cruces, Patrona de Daimiel, pudo salir finalmente en procesión pese a una amenaza de lluvia que retrasó su salida durante media hora, pero que no impidió que centenares de daimieleños y daimieleñas esperaran para venerarla a su paso por las calles de la localidad. Sin duda, uno de los momentos más bellos de este día grande para Daimiel, fue el paso de la Virgen sobre la alfombra floral que había sido confeccionada durante la jornada matinal. Y es que la devoción que genera esta imagen no sólo se queda en la localidad, sino que va más allá de sus fronteras.
En este recorrido que la Patrona daimieleña realizó por el centro de la ciudad, fue acompañada por una gran representación de la Corporación Municipal, así como de las reinas y damas, manchegos y manchegas, la Banda de Música Municipal, y de hermanos y hermanas de diferentes hermandades y cofradías. El alcalde local, aseguró estar viviendo el día más emotivo de unas fiestas que precisamente son en honor a su Patrona, que comenzó con la función religiosa y que debía acabar con la salida de la Virgen a las calles de Daimiel.